Ángel de Servicio
Rafael salmo 6. versículo 3: Los que aspiran a la Luz se dicen a menudo pobres e ignorantes. ¿Creen realmente que el hombre fue creado ignorante en su inteligencia? No, el hombre rechazó la alianza de la Luz y entregó su poder a la ignorancia. Entonces las tinieblas se apoderaron de la inteligencia puesta en el hombre y la pusieron al servicio de aquello que hace triunfar las tinieblas, el sufrimiento y la muerte.
Miguel salmo 31. versículo 6: Es el hombre quien tiene el poder de traer la Luz a la tierra y hacer realidad el paraíso o de hacer descender todos los fuegos del infierno y ponerse al servicio de la inteligencia oscura. Ante esta capacidad de elegir, que el hombre tome en sus manos su libertad, su destino, que se haga responsable de sus actos y se dedique a ser un instrumento, una herramienta o la punta de la mano del Padre para hacer realidad su enseñanza, su reino, su voluntad en la tierra. Entonces recuperará su lugar en la jerarquía de la Luz.
Raphael Salmo 57. versículo 6: La única guía que el mundo de los hombres puede darle es tener una vida cómoda para que finalmente pueda dormirse y disfrutar de toda una vida de trabajo en su vejez. En realidad, el hombre está destinado a trabajar no de la forma en que los hombres de hoy lo entienden, es decir, como una obligación, sino como un servicio sagrado y puro para una obra que es más bella y más grande que él mismo y que la humanidad. Perseveren en este camino y créanme: en su ardor encontrarán la fuerza y el consuelo de almas auténticas, fuertes en la Luz, que les apoyarán en los momentos difíciles y les ayudarán a triunfar.
Raphaël salmo 68. versículo 4: ¿Por qué los hombres se complican tanto la vida? ¿Por qué intentan analizar cada detalle técnico para encontrar soluciones para su pequeña vida material, que de todos modos está condenada a la muerte? En lugar de eso, entren al servicio de lo divino con gran sencillez. Dejen que el agua de la vida verdadera fluya a través de su vida.
Ouriel salmo 69. versículo 4: Hubo un tiempo en que la mera pronunciación de una palabra de compromiso bastaba para atar a los hombres en un juramento de fidelidad al servicio del mundo divino hasta su último aliento. Comprometían toda su vida, su energía, su fuerza, sus vínculos, su pensamiento creativo a la victoria de la Luz. Hoy en día, la gente ya no tiene esta conciencia ni esta exigencia. Ven el mundo divino como un extra, un camino facultativo, un detalle. Pero en el día de la prueba, cuando sus vidas se desmoronan y están perdidos, se dirigen al Padre de la Luz y a sus representantes. Allí hacen todo tipo de promesas. Cuando sus vidas mejoran, olvidan rápidamente todo lo que dijeron. ¿Por qué el mundo divino consideraría a tales seres y se ocuparía de ellos?