Ángel del Parto
Salmo 124. Versículo 8: Todo ser humano debe experimentar el nacimiento de la vida llevando en su existencia terrenal una existencia superior que no se extinga con la muerte. Este camino se llama: resurrección y vida.
Rafael salmo 143. versículo 28: Deben ser prácticos y eficaces en lo que hacen. No traigan la semilla del mal en el vientre materno.
Gabriel salmo 167. versículo 10: El parto no se limita al mundo físico; existe de forma mucho más sutil en todos los mundos.
Gabriel salmo 236. versículo 12: Sé consciente de que haber perdido la sabiduría de estos misterios femeninos es un fuente de gran sufrimiento para la humanidad. Sí, al abandonar esta sabiduría, el hombre se ha impregnado de una educación cuyo objetivo ya no es despertarle a su verdadero ser, sino adormecerle para ponerle al servicio de un mundo fabricado para intereses redondos que no son los de su alma. Esto ya no es un camino hacia el despertar y la realeza, sino un embrujo y una posesión, mediante un conocimiento que da nacimiento en el cuerpo a una personalidad ilegítima, una sombra-reflejo que piensa, siente y quiere en detrimento del alma. Es un concepto erróneo, una ignorancia hecha vida y gobernante, el nacimiento y alumbramiento de un error que necesariamente engendra conflicto, enfermedad y sufrimiento. Al final, el hombre se entrega a esta educación que incluso le hace perder la memoria de que existe otro camino y otra realidad. En consecuencia, el hombre ya no es llevado a estar atento a los mundos que vienen a visitarle para transmitirle mensajes, sabiduría y elementos sutiles destinados a hacer surgir en él la verdad y la Luz.
Rafael salmo 223. versículo 4: Lo que ustedes conocen como la Nación Esenia es una manifestación de esta religión original. No apareció en la tierra por voluntad del hombre, sino por la voluntad de Dios y de los mundos superiores, que deseaban dar nacimiento a una nueva corriente de vida cuyo nombre más exacto no sería «religión» sino «manifestación de Dios». Esto es el esenismo: el nacimiento de Dios, el nacimiento de Dios en el mundo del hombre para darle una nueva manifestación, un nuevo cuerpo y dar a luz una nueva era.