Ángel de la Economía
Rafael, salmo 8, versículo 3: No te conformes con acumular alimentos en la cabeza, sino haz que la luz intelectual se convierta en una filosofía de vida, en actos, en una actitud, en un comportamiento, en un entorno del alma, en una economía de vida.
Gabriel Salmo 128, versículo 4: Una parte de tu vida es, por supuesto, consecuencia de tus actos y de los que has generado en un pasado más o menos lejano. Hay otra parte que, de alguna manera, no viene directamente de ti, sino de tus padres. Es una herencia y es aún más difícil de manejar, porque sus ramificaciones y consecuencias son incalculables y se extienden a varios ámbitos, como la religión, la educación, la economía... Es una realidad que te concierne, que encuentras y que debes manejar.
Uriel, salmo 179, versículo 15: Sé contento con lo que tienes, aprende a apreciarlo y a hacerlo crecer. No pienses que las cosas serán mejores en otro lugar, porque la verdadera riqueza está en ti, si sabes verla y hacerla aparecer. Esa riqueza te pertenece y nunca te será quitada. Al principio es pequeña, parece insignificante y por eso hay que saber hacerla fructificar. Esa es la verdadera economía: hacer crecer lo que es verdadero para llevar a la abundancia. Pero no hay que dejarse seducir por lo que es falso, por lo que quiere desviar la concentración del capital inicial, interior.
Miguel, salmo 284, versículo 31: Deben ser mesurados, económicos, equilibrados y sabios. Deben saber cuándo hablar y cuándo callar.
Uriel, salmo 263, versículo 8: La humanidad ha sido invadida y contaminada por todos los falsos profetas que se han proclamado videntes del espíritu, de la inteligencia. Estos profetas han aparecido como guías de religiones caídas, pero también de la política, la ciencia, la cultura y la economía. Han contaminado a la humanidad, la han enfermado con sus conceptos e imaginaciones atormentadas. ¿Y qué han hecho los hombres ante estos enfermos de la mente y de la vida? No solo los han escuchado, sino que se han dejado invadir y fecundar y han elevado a estos falsos profetas al rango de dioses.