Ángel de la Realeza

Ouriel salmo 27. versículo 12: En su esencia, las inteligencias oscuras no fueron hechas para ser las reinas de la tierra y de la humanidad. Si hoy se han apoderado del mando supremo, es porque el hombre ha abdicado ante ellas de su poder, de su realeza, de su filiación divina, de su herencia sagrada.

Miguel salmo 127. versículo 21: Sepan que se cerrarán las puertas a todos aquellos que se osen, diciendo que es en nombre de la Luz, destruir los reinados de la Madre y sobre todo, que cultiven esa mirada indiferente, como si el hombre fuera el rey superior a todo, dominándolo todo y sin rendir cuentas a nadie. Un rey así es un usurpador, pues la realeza sólo pertenece al Padre, que se la dio a la bondad.

Miguel Salmo 133. Versículo 10: Está fuera de lugar que el mundo divino se haga cargo del hombre. El hombre debe hacer su parte. Debe estar en su fuerza, en su realeza, en su dignidad. Si realmente quiere vivir con la Luz, debe poner todo de su parte en su vida y en su destino para que la Luz sea poderosa.

Miguel Salmo 135. Versículo 11: ¿Dónde está la dignidad, la fuerza interior, la conciencia, el vínculo vivo con el mundo divino? Hoy en día, el hombre ha abdicado totalmente de su ser interior y ya no hace nada por dignidad, realeza y honor. Ya no actúa ni dedica su vida a ofrecer la victoria a una causa noble, grande, sagrada, vinculada a una inteligencia superior divina. De hecho, ha perdido la noción misma de tal inteligencia. Ya no sabe lo que significa realmente. Sólo vive para no perecer, para no ser aplastado por esa inteligencia que ha tomado por una divinidad y que ni siquiera conoce. Así que, cueste lo que cueste, se abre camino, paso a paso, ocupando su lugar junto a lo que cree que es el sol, aunque eso signifique degradar su propio ser, pero también el de los demás, subyugarlos y llevarlos a la esclavitud.

Miguel Salmo 139. Versículo 7: Lo que el hombre debe sanar y recuperar es la realeza de su ser, la dignidad de la Luz que hay en él, el rayo que lo une al sol, a las estrellas y a todas las criaturas de la tierra; es también la llama de la vida y de la inteligencia que anima su destino, así como su poder creador, que debe ser beneficioso para todos los seres.