Ángel de la Ponderación
Gabriel salmo 89. versículo 8: No se acerquen demasiado el uno al otro, no expongan toda su vida, todo su ser cuando se vuelvan hacia el otro. No proyecten todos sus pensamientos, todos sus sentimientos, sus deseos, sus dudas, sus esperanzas, su descontento en la otra persona, en el mundo exterior. Mantengan siempre encendida su llama interior y la presencia de los Ángeles de la Nación Esenia a su alrededor. De este modo, el respeto, la delicadeza y la moderación le acompañarán y le protegerán de la trampa que conduce al inconsciente hacia la desgracia y la fuerza destructiva.
Gabriel salmo 166. versículo 24: La libertad puede ser una filosofía peligrosa, porque la gente no está suficientemente cultivada y educada para comprenderla. Muy a menudo, para los incultos, «libre» significa poder hacer lo que uno quiera, lo que se le ocurra, sin pensar, sin freno, como si la alienación pudiera ser libertad. Pero no hay libertad en la estupidez.
Miguel Salmo 223. Versículo 12: El hombre necesita ser educado, porque no puede imaginar hasta qué punto está atrapado en conceptos que le impiden estar vivo. Se cierra a la vida, mientras que se abrirá sin freno a todo lo que le seduzca, le agrade, que venga de fuera, aunque esconda una evidente desviación, un adoctrinamiento, una nada. Lo único que le importa es ser exhibido, halagado, confirmado en sus creencias y conceptos, aunque sean falsos. Si una imagen que no le gusta llama a su puerta, la rechazará e incluso puede llegar a destruirla, aunque sea la enviada por Dios para iluminar el mundo y traer una nueva civilización.
Ouriel salmo 255. versículo 14: Dejen de mirar al mundo exterior y de dejar que entre y viva dentro de ustedes sin ningún discernimiento ni freno.
Gabriel salmo 290. versículo 10: Si hoy los hombres están plagados de enfermedades y problemas, es porque han abandonado su interior y se han dejado invadir, sin discernimiento ni freno, por los mundos exteriores. Ya no saben qué hacer con todo ese alimento, con toda esa información que no sólo no les hace ni más sabios ni más ricos, sino que se instala en ellos sin que lo sepan, convirtiéndoles finalmente en sus esclavos, exigiéndoles cada vez más e impidiéndoles cultivar su vida interior y su elevación a los mundos superiores.