Ángel de la Fuerza

Miguel salmo 8. versículo 4: El hombre no acepta las condiciones de su existencia y, de hecho, no se acepta a sí mismo. No quiere vivir en la tierra y busca desesperadamente otra cosa. Sin embargo, la vida superior depende de la aceptación y armonización de la vida inferior. Las fuerzas de la tierra, que por amor transforman todos los defectos y venenos del hombre sin pedirle nada a cambio, se sienten entonces rechazadas por él. Esta situación no puede prolongarse indefinidamente, porque aunque la tierra puede aceptar muchas cosas, llegará un momento en que el hombre tendrá que enfrentarse a sí mismo. La tierra ya no querrá a su hijo revoltoso, maleducado y arrogante.

Miguel salmo 14. versículo 10: Si crees en la Luz, sé fiel a la Luz y no des rienda suelta a las fuerzas negativas, que aspiran a inculcarte la infidelidad.

Gabriel salmo 19. versículo 1: Hay 2 fuerzas en el mundo, 2 fuerzas en el hombre: la luz y las tinieblas.

Rafael salmo 5. versículo 3: El hombre lleva dentro de sí algo que no puede satisfacerse con el mundo mortal. Es este elemento el que le empuja constantemente hacia adelante, obligándole a buscar algo más. Quiere saborear una plenitud que no se encuentra en las formas limitadas del mundo exterior. Cuando el hombre toma conciencia del origen de este anhelo en su interior, puede encontrar la fuerza para reconocer un maestro, una tradición, y emprender el camino de la Luz.

Raphael salmo 14. versículo 17: La tierra busca cuidar al hombre y estructurarlo para que encuentre la fuerza de ir hacia el espíritu y unirse a él. Quiere que el hombre despierte y tome conciencia de lo que es, de su función, porque sin este hilo, sin este cuerpo del hombre, no hay cometa y por lo tanto el cielo y la tierra ya no pueden unirse, el mundo del espíritu ya no puede tocar la tierra en el hombre. Así que el hombre ya no puede bendecir a su Madre y llevar consuelo, amor, armonía y el gran tesoro de la Luz a todos los reinos de la tierra.