Ángel de la Familia

Uriel salmo 28, versículo 5: Existe la alegría de los demonios que solo piensan en su placer personal y dicen: «Lo esencial es vivir», sin preocuparse por si su vida genera desdicha a su alrededor. Existe la alegría de los humanos que comparten una comida entre amigos, que cultivan el amor en su familia, el respeto y la paz en todas las relaciones. También existe la alegría última, la que consiste en caminar por el camino de Dios.


Uriel salmo 44, versículo 9: En general, el hombre solo vive en el espacio de su cuerpo y desea ver realizado afuera de él los deseos y necesidades vinculados a ese espacio que le hablan, le inspiran. Quiere una casa para proteger su cuerpo, encontrar descanso, recargar energías. Quiere una familia para no estar solo y tener la sensación de que algo de él sobrevivirá. Se pone a trabajar para realizar todos sus deseos y tranquilizarse. Para eso construye todo un mundo a su alrededor y se convierte en el animador, la energía de ese mundo. El hombre hace esto para saber quién es, pero ¿cuál es el destino de todas esas cosas que genera con su propia vida? ¿Quién habita en el mundo que ha creado, en esa casa, en esa familia, en esa vida dedicada únicamente al bienestar y al cumplimiento de los deseos de su cuerpo físico?


Rafael salmo 74, versículo 12: Es esencial que una comunidad de hombres, mujeres y familias se levante y se ponga en marcha para que pueda surgir una nueva civilización en la cual el hombre pueda vivir con la bella luz. Eso es lo que el mundo desea, pero pocos tienen el coraje y la oportunidad de llegar hasta el final y escribir en la tierra una página de la historia del mundo en la Luz.


Miguel salmo 81, versículo 5: Ustedes, los hombres, son una familia, son hermanos y hermanas; entonces, ¿por qué no se comportan como tales? ¿Por qué no hacen reinar lo que es bello y verdadero entre ustedes? Viven la misma experiencia a través de la encarnación; entonces, ¿por qué se juzgan entre ustedes, se desprecian, se aplastan mutuamente?


Gabriel salmo 110, versículo 5: La familia es esencial para la vida, no solo la vida del hombre, sino la de todas las especies.