Ángel de la Comunión

Rafael, salmo 10, versículo 1: Uníos, porque la fuerza está en la unión, en la comunión a través del compartir un ideal común y en el intercambio fructífero para realizarlo en actos y vivirlo en el día a día.

Miguel, salmo 28, versículo 2: El hombre que quiere despertar la conciencia más elevada en sí mismo debe entrar en el camino que conduce a la comunión con los cuatro elementos. A través de estos elementos, purificará sus pensamientos, sus sentimientos, su voluntad, sus deseos.

Miguel, salmo 66, versículo 6: Los pies son un órgano que permite la comunión con la Madre de los vivos, sus fuerzas, sus movimientos, sus impulsos. 7 La cabeza es un órgano que permite la comunión con el reino del Padre. Puede captar los pensamientos elevados, las inspiraciones, las energías que renuevan la luz, el alimento sagrado, la belleza del misterio y del mundo ocultos.

Miguel, salmo 198. versículo 2: El camino del despertar pasa por una alianza con una escuela iniciática, una filiación, una continuidad, una comunidad, una disciplina, una práctica que permiten la comunión creciente con los mundos sutiles.

Uriel, salmo 198, versículo 26: Para liberarse, el hombre debe primero abrir su conciencia y luego entrar en comunión con los demás. Tal es el sentido de la comunidad humana, de la santa asamblea, pero también de la comunión con los Ángeles y la inteligencia superior, Dios el Espíritu Santo.

Rafael, salmo 194, versículo 39: Si queréis volver a respirar, si aspiráis a hacer crecer la pequeña semilla divina que hay en vosotros, debéis desarrollar diariamente la sutileza y la comunión con los mundos invisibles sagrados que se encuentran detrás de los símbolos y los escritos de la Nación Eseniana.

Rafael, salmo 196, versículo 13: Debéis purificar los mundos sutiles que os rodean para abrir el camino hacia la comunión y la respiración con los mundos superiores. 14 Si queréis respirar y comulgar con los Dioses, vuestra vida debe ser estable, serena, organizada y estructurada con sabiduría.

Rafael, salmo 262, versículo 42: Estad en comunión con los Ángeles. Ellos no vienen a alimentarse en los éteres con los desechos, sino a respirar los perfumes más sutiles, los colores, las formas, los sonidos sagrados y puros.